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Porqué no se debe jugar sobre greenes helados

Porqué no se debe jugar sobre greenes helados

DAÑOS DE JUGADORES EN GREENS HELADOS

A menudo, en nuestros campos de golf, en las zonas susceptibles a heladas, nos encontramos con la difícil decisión de limitar el juego a las zonas de campo prohibiendo la entrada en los greens. Decisión que en ocasiones, lejos del entendimiento del jugador habitual en el campo, es muy difícil de tomar por parte de los responsables del club pero meramente necesaria si queremos mantener nuestro campo en perfectas condiciones durante todo el periodo de juego.

Viene a cuento pues, en la coyuntura actual, describir técnicamente tal proceso de daño al césped con el firme objetivo de hacer entender al lector, jugador de golf en este caso, el porqué de esta limitación:

La planta del césped, al igual que todas las plantas, está formada por células vegetales. Estas células vegetales están compuestas por la pared celular y el protoplasma (contenido del interior de la célula). Aproximadamente un 90% del contenido total de la célula es agua. Es lógico pensar que cuando se produce una helada, el agua de las células es susceptible también de helarse.
Ahora bien, ¿cómo se producen estas heladas a nivel de la célula?

Técnicamente, las heladas generan hielo entorno a las células de las plantas, tanto a nivel extracelular como intracelular (fuera y dentro de las células). El hielo extracelular se produce por el gradiente de presión de vapor que hace que el agua de dentro de la célula pase por las membranas semipermeables hacia el exterior de las mismas y una vez fuera se hiele. Lo que está pasando es que se están formando cristales de hielo entorno a la célula. Estos cristales mediante un proceso mecánico (pisado por los jugadores) seccionan la pared celular provocando que se pierda la estructura protoplasmática y haciendo que la célula muera.

En definitiva, cuando se produce una helada se generan cristales de hielo con el agua que compone la propia planta, entorno a sus células, y al pisar sobre la misma provocamos que estos cristales se claven y rompan las células que la componen causando la muerte del césped y con ello una difícil y larga recuperación posterior.
En los días posteriores a una helada, es frecuente ver en greens, las manchas secas en el césped que definen perfectamente las huellas de las pisadas de los jugadores. Estas marcas corresponden realmente a esas secciones de los cristales de hielo sobre las células que provocamos al pisar los greens helados.
Este mismo proceso también se produce en el resto del campo pero tanto la mayor altura de siega como la gran superficie de calles y rough hacen que los daños sean mucho menos patentes y de ahí que estas zonas si se abran al juego.

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